Intolerancia a la fructosa

¿Qué es la intolerancia a la fructosa?

La intolerancia a la fructosa es un problema digestivo que sucede cuando el organismo no puede absorber bien este azúcar.

La fructosa es un azúcar simple que podemos encontrar en frutas, verduras y otros alimentos como la miel o productos procesados.

La absorción de la fructosa ocurre en el intestino delgado, gracias al transportador GLUT5. La malabsorción de este azúcar, es debido a que existe un déficit de este transportador, por lo que la absorción de la fructosa es incompleta, llegando al colon donde es fermentada, produciendo hidrógeno, dióxido de carbono, metano, ácidos grasos de cadena corta y agua. Gases que son los causantes de los síntomas.

Síntomas

Los principales síntomas de la intolerancia a la fructosa son gases y flatulencias, distensión abdominal, diarrea, borborigmos (ruidos intestinales) y retortijones, así como otros síntomas extradigestivos como cefaleas, cansancio o irritabilidad.

En muchos casos suele ser secundaria a otras patologías que no han sido diagnosticadas o no han sido tratadas (celiaquía, helicobacter pylori, parasitosis, enfermedad inflamatoria intestinal, problemas de tiroides…) Estas enfermedades pueden producir un daño en la pared intestinal lo que conlleva a una disminución de la absorción.

Pruebas intolerancia a la fructosa

El diagnóstico de la intolerancia a la fructosa se puede realizar mediante distintas pruebas, la más utilizada es el Test de aliento con la toma de fructosa, ya que es una prueba específica y poco invasiva.

La prueba de intolerancia a la fructosa consiste en ingerir una solución de fructosa, tras la cuál se procedería a realizar las espiraciones cada 30 min, para determinar de esta forma la cantidad de hidrógeno y/o metano exhalado a través del aliento.

Esta prueba puedes realizarla en nuestro centro de Plasencia. Test intolerancia a la fructosa

Alimentación en la intolerancia a la fructosa

El tratamiento para la intolerancia a la fructosa debe estar enfocada en remitir los síntomas y en mejorar el daño del intestino, por el cual se está produciendo dicha malabsorción.

El tratamiento dietético consistirá en excluir de la alimentación  todos los alimentos que contienen fructosa en una primera fase, esta etapa no debe prolongarse mucho debido a la limitación de alimentos y por ende al bajo aporte de nutrientes, pudiendo ser necesaria la suplementación.

Tras la remisión de los síntomas, iremos introduciendo paulatinamente alimentos con contenido en fructosa para identificar la cantidad de fructosa que el paciente es capaz de tolerar sin que aparezcan síntomas.

Intolerancia a la fructosa
ALIMENTOS RICOS EN FRUCTOSA
  • Frutas: Arándanos, cerezas, mango, manzana, pera, kiwi, sandía y uvas.
  • Verduras: Calabacín, calabaza, col kale, nabo, pimiento y puerro.
  • Otros: Miel, siropes, vinagre balsámico, zumos, mermeladas, refrescos, yogur de sabores, salsas…
SORBITOL

El sorbitol comparte transportador (GLUT 5) con la fructosa. Por esta razón es conveniente limitar el sorbitol en el tratamiento de intolerancia a la fructosa.

Alimentos ricos en sorbitol:

  • Aguacate, albaricoque, cereza, ciruela, manzana, melocotón, pera, edulcorantes y aditivos.

En nuestro centro de nutrición A\VIVIR podemos ayudarte a seguir una alimentación apropiada para la intolerancia a la fructosa.